Coches autónomos: el futuro de la conducción

 

A finales del siglo pasado, la idea de que los automóviles pudieran conducirse de forma autónoma era algo solo  propio de películas o series televisivas con altas dosis de ficción. Basta recordar a Kit en El coche fantástico (que incluso interactuaba hablando) o a Herbie en Ahí va ese bólido. Sin embargo, casi medio siglo después, nos encontramos con que la conducción automatizada se ha convertido en toda una realidad.

Nuestras ciudades cada vez se están acercando más a la idea de las Smart City (ciudades inteligentes) de las que ya hemos hablado en nuestro blog; ello supone que la incorporación de la Inteligencia Artificial (IA) o el internet de las cosas (IoT) esté cada vez más presente en nuestro día a día y, por supuesto, los medios de transporte y la conducción juegan un papel relevante en esta nueva manera de concebir y vivir las ciudades del siglo XXI.

Las tecnologías de los coches del futuro

Coches con Inteligencia Artificial

En el desarrollo de la industria automotriz, la conducción autónoma se ha convertido en una de las principales áreas de investigación e innovación. La incorporación de Inteligencia Artificial (IA) en los vehículos ha revolucionado completamente la forma en que conducimos y es que, conducir nunca había sido tan fácil como ahora. Los vehículos que se están desarrollando actualmente ya están equipados con sistemas avanzados de aprendizaje automático que les permiten tomar decisiones en tiempo real, mejorando la eficiencia y la seguridad en la carretera. Pero ¿esto va más allá de la mera investigación y desarrollo de las empresas automovilísticas ?, ¿qué supondrá en nuestro día a día? ¿será realmente tan seguro?

Hiperconectividad con IoT

La conducción autónoma se basa en la hiperconectividad. Es decir, se fundamenta en la conectividad que existe en los entornos digitales y la interacción entre sistemas de información, datos y dispositivos, todos ellos relacionados entre sí a través de internet. Esta conexión a través del Internet de las Cosas (IoT) es una de las claves de los vehículos autónomos. Los coches del futuro estarán interconectados con otros vehículos, infraestructuras de carreteras y dispositivos inteligentes, creando, de este modo, una red colaborativa para optimizar la circulación del tráfico y reducir los accidentes.

Es indudable que ese escenario requerirá de unos servidores y de un servicio cloud que garantice esta interconexión. 

Big Data

Para poder llevar a cabo esta hiperconectividad eficiente hace falta el uso de Big Data. La recopilación y análisis de grandes cantidades de datos son fundamentales para mejorar la conducción autónoma ya que permitirá a los coches del futuro perfeccionar sus algoritmos, anticipar situaciones de tráfico y garantizar una experiencia de conducción más eficiente y segura.

Los 5 Niveles de la Conducción Autónoma

La idea de crear vehículos autónomos no es un concepto nuevo. A lo largo de la historia, son numerosos los intentos de crear vehículos que pudieran desplazarse sin intervención humana. Sin embargo, el verdadero impulso hacia la conducción autónoma moderna comenzó en la segunda mitad del siglo XX.

En las décadas de 1950 a 1980, ingenieros y científicos de todo el mundo vinculados con estas áreas comenzaron a explorar la posibilidad de desarrollar vehículos capaces de operar de manera autónoma. La investigación se centró en sistemas de control automático y tecnologías de percepción que permitieran a los vehículos tomar decisiones basadas en su entorno. Como ya hemos señalado, estas investigaciones fueron evolucionando hasta llegar a la concepción de los coches y la conducción autónoma que tenemos hoy día.Es aquí cuando cabe preguntarse cómo es esa idea actualmente.

La Society of Automotive Engineers (SAE) estableció un sistema de clasificación que define los niveles de autonomía de los vehículos, desde la conducción completamente manual hasta la conducción totalmente autónoma. Estos niveles sirven como un marco estándar para evaluar el grado de autonomía de los mismos.

  • Nivel 0 - Sólo Conductor

En este nivel, los vehículos no tienen capacidades autónomas. Todas las tareas de conducción recaen en el conductor, y no hay intervención tecnológica.

  • Nivel 1 - Conducción Asistida

Este nivel introduce las primeras funciones de asistencia automática, como el control de crucero adaptativo y la asistencia de mantenimiento de carril. Aunque hay cierta automatización, el conductor sigue siendo responsable de la mayoría de las tareas de conducción.

  • Nivel 2 - Conducción Automatizada Parcial

En este nivel, el vehículo es capaz de realizar algunas funciones de conducción de manera autónoma en ciertas condiciones. Puede encargarse de tareas como la dirección y la aceleración, pero el conductor debe permanecer alerta y listo para intervenir.

  • Nivel 3 - Conducción Automatizada Elevada

Aquí, el vehículo puede realizar la mayoría de las tareas de conducción de manera autónoma en situaciones específicas, como la conducción en autopistas. Aunque el conductor debe permanecer a bordo, la intervención humana se requiere solo en situaciones excepcionales.

  • Nivel 4 - Conducción Automatizada Completa

En el nivel cuatro, el vehículo puede realizar todas las tareas de conducción de manera autónoma en la mayoría de las condiciones. Aunque puede haber situaciones excepcionales que requieran intervención humana, la autonomía es sustancial.

  • Nivel 5 - Conducción Autónoma con 5G

En la cima de la autonomía se encuentra el nivel cinco. Aquí, el vehículo puede operar completamente de manera autónoma en todas las condiciones, sin necesidad de intervención humana. La conectividad 5G facilita la comunicación instantánea entre vehículos y la infraestructura, mejorando aún más la eficiencia y la seguridad en la carretera.

¿Qué fabricantes y qué países van más avanzados?

Pese a que la conducción autónoma parecía que se desarrollaría más rápido, no parece probable que, en la próxima década, se pongan a la venta vehículos con un nivel 5 de autonomía.

La disolución de la empresa Argo AI, en la que participaban Ford y Volkswagen, puso de manifiesto los enormes requisitos económicos que necesita el coche autónomo. A esto se le suman obstáculos legales y técnicos que deben resolverse y la falta de pruebas en condiciones reales de circulación.

Teniendo en cuenta estas premisas, se puede considerar que, actualmente, Mercedes Benz es el fabricante más avanzado. Ya desde mayo del 2022, ofrece para el Clase S y el EQS la opción de Drive Pilot, que es el primer sistema con una certificación internacional de autonomía de nivel 3 que permite soltar el volante y dejar que el coche circule de forma autónoma en ciertos lugares y en ciertas condiciones.

La empresa Confused.com ha establecido unos criterios que determinan en qué lugares se está produciendo más avance en el campo de la automoción autónoma, tanto en investigación y desarrollo como en legislación, infraestructuras…. Señalan 30 países como los más avanzados encabezando la lista Estados Unidos, Japón, Francia, Reino Unido, Alemania y Canadá. Nuestro país se encuentra en el puesto número 13 delante de países como Italia, Noruega o Bélgica.

Smart Mobility: Ciudades Inteligentes

A medida que la conducción autónoma continúa evolucionando, la movilidad se irá transformando y, por lo tanto, la configuración de nuestras ciudades y de nuestro modo de vida también irá cambiando. Ganaremos en comodidad, pero también en seguridad vial y en eficiencia del tráfico. No debemos olvidar que todo ello incidirá en mejoras de aspectos como la salud mental (por la reducción del estrés) o el medio ambiente, ya que serán medios de transporte mucho más sostenibles.

El Futuro de la Seguridad Vial

Con la conducción autónoma y las tecnologías asociadas, se espera mejorar considerablemente la seguridad vial. La implementación de sistemas avanzados, la hiperconectividad y la regulación adecuada son clave para lograr un entorno vial más seguro y eficiente, pero como todo avance, debe darse un marco legal en el que se pueda sostener y que sirva para regular una nueva manera de entender el transporte y la movilidad.

Es cierto que el hecho de que la conducción no esté influida por factores humanos como las distracciones, la somnolencia, la fatiga, la velocidad inadecuada o el consumo de alcohol o drogas supone un plus en la seguridad vial, pero que un vehículo circule de forma autónoma no es sencillo, no solo a nivel técnico sino a nivel de seguridad. El 94 % de los accidentes de tráfico del mundo se producen por errores humanos, así lo refleja un estudio publicado en 2020 por el Insurance Institute for Highway Safety (IIHS). 

Tal y como indican los expertos en el informe de IIHS, la cantidad de accidentes que podrán evitarse dependerá de cómo se programe el software de los vehículos automatizados. Es aquí donde la IA será clave ya que permitirá una respuesta más rápida y más certera. Instalar, por ejemplo, sensores con IA para evitar infringir normas de tráfico, supondría reducir los siniestros cerca de un 72%. También incorporar la innovación deep learning, concretamente, la que se refiere a sistemas de detección de peatones, ha conseguido que la tasa de error en estos sistemas se reduzca hasta cien veces.

El hecho de que en ciudades estadounidenses y en algunas de Asia como Seúl ya circulen vehículos autónomos ha hecho que la regulación se haya ido desarrollando de forma paralela. Así, en Europa, países como Alemania ya han autorizado el uso de más de 13.000 kilómetros de vías automatizadas. También, Reino Unido autorizó recientemente a los usuarios de coches de Ford, dotados del sistema autónomo BlueCruise, a que circulen por su red de alta capacidad sin coger el volante, después de que esa tecnología haya sido probada con éxito durante años en Estados Unidos y Canadá.

España es el tercer país europeo que se suma a esta corriente y por ello, la Dirección General de Tráfico autorizaba también que los conductores del Ford Mustang Mach-E equipado con tecnología BlueCruise, operativo hasta una velocidad de 130 km/h, circularan por nuestras autovías y autopistas sin sujetar el volante.

Reino Unido ya lleva tiempo creando una normativa sobre el uso de estos vehículos y su conducción y, por ello, han creado una comisión que estudia la conducción totalmente autónoma. Uno de las primeras conclusiones a las que ha llegado esta comisión es a que la persona que conduzca no sea legalmente responsable ya que solo debería ser considerada como un "usuario a cargo", y no como responsable de las infracciones derivadas de la conducción o de los posibles accidentes que se produjeran. Es decir, que no debería existir diferencia entre acciones ocurridas con el coche autónomo ocupado o las acaecidas cuando ese mismo coche circula sin ocupante alguno.

También recomendaba que la responsabilidad legal en caso de fallo o accidente recayese en la empresa que desarrolla el sistema de conducción autónoma, mientras que los fabricantes de automóviles deberán tener accesibles los datos que permitan analizar las causas y la responsabilidad tras cometerse una infracción o producirse un accidente. Algo que ya había regulado con anterioridad la Comisión del Transporte de la UE. En ese sentido, los expertos proponían fuertes multas, e incluso responsabilidad penal, para aquellos que no revelen cómo funcionan o, llegado el caso, en qué fallaron sus sistemas. Otra de las recomendaciones más significativas fue la de determinar claramente si es vehículo es autónomo o no, es decir si hay necesidad de conductor a los mandos o no.

Todas estas conclusiones y recomendaciones culminaron en un proyecto de ley sobre los vehículos automatizados que, además de lo ya señalado, incluye la prohibición de comercialización engañosa.

En relación con esto y para evitar posibles fraudes, se ha creado una nueva directiva que revisa la responsabilidad por productos defectuosos y es que la UE confiere mayor protección a las marcas de coches autónomos ya que hasta ahora, el fabricante era el responsable de un mal funcionamiento debiendo abonar todos los daños causados por un producto defectuoso, pero la Unión Europea permitirá que sea el proveedor quien demuestre que su sistema o componente funcionó correctamente en el momento del accidente. La UE libera, por lo tanto, de la carga total al fabricante del coche autónomo, pero le deja una puerta abierta para que también demande al proveedor y sea indemnizado por vender componentes defectuosos.

En síntesis, en lo que atañe a Europa y a nuestro país podemos señalar dos regulaciones principales bajo la Ley de Conducción Autónoma.

  • Regulación de los Coches Autónomos en Europa

Europa ha establecido regulaciones para garantizar la seguridad y la interoperabilidad de los vehículos autónomos en toda la región.

  • Regulación de los Coches Autónomos en España

España se ha sumado a la regulación europea, adaptándola a sus necesidades específicas y promoviendo la adopción de tecnologías autónomas.

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